Declaran culpable a la soldado que aparecía en las fotos de los abusos a presos iraquíes

Su foto junto a un preso iraquí, al que sujetaba por el cuello con una correa, dio la vuelta al mundo. En ese momento la soldado estadounidense Lynndie England, de 22 años, se convirtió en la cara visible de los abusos contra los prisioneros de la cárcel iraquí de Abu Ghraib. Este lunes ha sido declarada culpable de seis de los siete cargos por torturas de los que había sido acusada. Podría enfrentarse a una pena de diez años de prisión.
England, en una foto de archivo
England, en una foto de archivo
England, en una foto de archivo

En las fotografías que fueron divulgadas en todos los medios de comunicación, esta joven reservista del Ejército estadounidense aparecía sujetando con una cadena a un prisionero iraquí o apuntando a los genitales de otro detenido.

Las imágenes impactaron por su crueldad a la opinión pública, impulsaron una investigación sobre malos tratos en las cárceles iraquíes e, incluso, inspiraron a artistas.

Una de las fotografías que fueron divulgadas por los medios

Culpable de seis cargos

En el juicio militar que se le ha seguido en Fort Hood (Texas), England, fue encontrada culpable de acusaciones como el maltrato de prisioneros y sólo fue absuelta de un cargo de conspiración.

Tras el veredicto, la sentencia contra la soldado, que encara una pena de prisión de hasta diez años, podría anunciarse esta misma semana.

El jurado, formado por cinco militares varones, tardó sólo dos horas en alcanzar el veredicto de culpabilidad en cuatro cargos de maltrato a los detenidos, uno de comisión de actos indecentes y otro de conspiración.

La soldado se convirtió en el paradigma de los abusos contra los prisioneros de Abu Ghraib cuando salieron a la luz fotografías en las que se le veía sonreír mientras señalaba con el dedo los genitales de uno de los presos y agarraba con una correa el cuello de otro detenido al que llevaba a cuatro patas.

Los abogados de England habían alegado en su defensa que participó en las torturas debido a su bajo coeficiente de inteligencia

Los abogados de England habían alegado en su defensa que participó en las torturas debido a su bajo coeficiente de inteligencia y a problemas de personalidad que la convierten en una persona excesivamente sometida.

En este caso, alegó su principal defensor, el capitán Jonathan Crisp, la soldado, una antigua trabajadora en una factoría de despiece de pollos, se vio implicada para complacer a quien era su novio, el entonces sargento Charles Graner, el supuesto cabecilla del grupo de torturadores.

Graner, quien cumple una condena de diez años de cárcel, es el padre del hijo de England, nacido mientras ella se encontraba a la espera de juicio.

En su declaración final, el fiscal encargado del caso, el capitán Chris Graveline, había alegado que England participó porque le divertía y porque su sentido del humor es "perverso".

El caso de England es el último en una serie de juicios o declaraciones de culpabilidad contra soldados rasos implicados en las torturas.

Otros militares de graduación más alta han sido reprendidos en un caso que escandalizó al mundo cuando salieron a la luz las fotos que lo demostraban, en abril de 2004. Desde entonces se han multiplicado las denuncias de abusos a los presos por parte de las fuerzas estadounidenses en lugares como Afganistán o la base naval de Guantánamo, en Cuba.

Un informe del grupo Human Rights Watch, divulgado este fin de semana, alegaba que las tropas de EEUU han torturado en Irak de forma habitual, durante largos períodos de tiempo y con la anuencia de sus mandos.

El documento desmiente la versión oficial del Gobierno estadounidense, que mantiene que los casos de tortura en territorio iraquí han sido "esporádicos" y se produjeron sin conocimiento de la jerarquía militar de Washington.

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